En el panorama laboral español, los trabajadores autónomos enfrentan desafíos únicos al llegar a la jubilación. Según recientes estudios, los autónomos se jubilan, en promedio, 15 meses más tarde que los asalariados y perciben una pensión mensual 650 euros inferior. Este fenómeno se debe a varios factores que analizaremos a continuación.

Edad de Jubilación

Los autónomos suelen retrasar su jubilación hasta los 66,2 años, mientras que los asalariados lo hacen a los 64,9 años. Esta diferencia se debe, en parte, a la necesidad de seguir generando ingresos debido a pensiones más bajas y a la flexibilidad que tienen para continuar trabajando más allá de la edad de jubilación oficial.

Cuantía de la Pensión

La pensión media de los autónomos es significativamente menor que la de los asalariados. Mientras que los asalariados reciben una pensión media de aproximadamente 1.600 euros, los autónomos perciben alrededor de 964,20 euros. Esta diferencia de 650 euros se debe principalmente a las bases de cotización más bajas que eligen los autónomos durante su vida laboral.

Factores Contributivos

Históricamente, muchos autónomos han optado por cotizar por la base mínima, lo que resulta en pensiones más bajas al jubilarse. Aunque el nuevo sistema de cotización por ingresos reales pretende corregir esta situación, sus efectos aún no se han reflejado plenamente en las pensiones actuales.

Incentivos para la Jubilación Demorada

El sistema de Seguridad Social ofrece incentivos para aquellos que retrasan su jubilación, como un aumento del 2% en la pensión por cada seis meses adicionales de trabajo. Este incentivo ha llevado a un aumento en el número de autónomos que optan por la jubilación demorada, buscando mejorar su pensión final.

Conclusión

La diferencia en la edad de jubilación y la cuantía de la pensión entre autónomos y asalariados refleja las particularidades del régimen de cotización de los trabajadores por cuenta propia. Es crucial que los autónomos planifiquen su jubilación con antelación y consideren las opciones disponibles para maximizar sus beneficios. Las reformas recientes y los incentivos para la jubilación demorada son pasos en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer para cerrar la brecha entre ambos colectivos.